martes, 11 de octubre de 2011

La víctima en la sociedad del espectáculo


Una buena victima vale más que el oro puro, en la sociedad del espectáculo. Los monstruos humanos, los seres espectacularmente deformes(que los nobles coleccionaban y los circos exponían) son probablemente un buen ejemplo del arquetipo de la victima. Cristo (carneado) en la cruz es otro buen ejemplo de la misma forma. Los primeros son seres sin estado previo, nacidos victimas de la naturaleza, del azar genético, de la ira de dios, de la moralidad de la época, o del mal comportamiento de sus padres. El segundo es un pacífico y algo afeminado hombre, presumiblemente inocente de toda culpa, sometido, azotado, humillado, torturado y expuesto como rancio pedazo de carne sobre una cruz, castigado por el poder del imperio. En todos los casos el grado de sufrimiento de la victima y su capacidad para conmover a los espectadores, determinaran su valor en el mercado del espectáculo mediatico, social y político. Todo dependerá entonces de cuanta sangre y dolor se derramen, en qué forma, y cuanto de todo eso nos salpique.






La forma en que lucran con el dolor las telenovelas es fácilmente observable. La medida en la que el heroe (de las peliculas de acción) es también una victima de la situación, es visible en la imagen del rostro de rocky al final de su primera pelicula (apaleado pero triunfante) o en el rostro de frodo antes de deshacerse del anillo maldito. El hecho de que la mayor parte de la comedia que conocemos seas fundada sobre la humillación o agresión a alguién, es otra prueba de lo dependientes que somos de la existencia de victimas. Las victimas mueven la economía, agitan las fuerzas sociales y dinamizan la política. La doctrina del shock, del lucro atravéz de la crisis, fabrica victimas sociales y estados sociales de miedo. Una vez expuesta la vulnerabilidad de las posibles o efectivas victimas, se procede a ejecutar medidas que en otras condiciones no hubieran sido aceptadas. Así con buenas victimas se dinamiza al mercado, se desatan las fuerzas sociales y se da movimiento a la economía.





Las tácticas clásicas de presión social que conocen nuestros movimientos sociales, como la huelga de hambre, la crucificción o las marchas extenuantes, están fundadas en cierta forma de uso de ésta economía de las victimas.





Octubre del 2003 en El Alto, como el 11 de enero en cochabamba, como la humillación de campesinos en Sucre, como la masacre del Porvenir, como la intervención a la marcha indigena por el TIPNIS, son claros ejemplos de como se dinamiza la política gracias a un buen grupo de victimas.





Cuesta creer, pero en sus cálculos, algunos, esperaban que por lo menos haya un muerto en la intervención a la marcha indígena por el TIPNIS; y en el mejopr de los casos deseaban que sea un niño, no, perdón, esperaban que fuese un bebé.





¿Quien se beneficiaría con una ofrenda tan siniestra y pura como la de un bebé indígena muerto por la reprsión policial? Primero preguntemos, ¿qué efectos causaría una victima tán perfecta? La respuesta es obvia: la indignación general e indefinida. La indignación d elos marchistas porimero, luego la de la sociedad civil sensible, luego la de la sociedad civil contraria al gobierno, luego la de los miembros del gobienro incapaces de mantenerse indiferentes ante el suceso. La buena victima criminaliza cintundentemente a su agresor. Y la buena victima desmoraliza (sirve como ejemplo) a quienes podrían correr el mismo riesgo si se exponen. es decir que la perfecta victima produce miedo, indignación y perfectos criminales, a la vez.





Pensemos en los nazis, en hitler. Pensemos en los judios, en la imágen que nos han hecho crear de ellos. Su historia servirá todvía por muchos años para asustar a la gente de las posibilidades de un gobierno totalitario, servirá para inspirar indignación por lo sucedido, y servirá para sostener las imágenes del perfecto criminal y de la perfecta victima. Ante el holocausto, los otros presidentes que solo matan a unos cuantos no tendrían que parecernos tan siniestros. Ante el vilipendiado pueblo judió cualquier otra victima no debiera parecernos tan terrible.





Además de lo ya dicho, como un subproducto, la victima engendra solidaridad, compasión; pone sensibles, vulnerables, impulsivos y distraidos a los espectadores; quienes en tales condiciones pierden toda capacidad crítica y toda capacidad de acción concreta y premeditada.





Ahora volvamos a nuestra primera pregunta, y la desglosemos en varios cuestionamientos: ¿Quien se beneficia con la criminalización del actual gobierno?, ¿quien se beneficia con la sensibilización y vulnerabilñidad de la sociedad civil?, ¿quien se beneficia con la indignación de la sociedad civil? y ¿quien se beneficia con el miedo de los marchistas, y de los movimientos sociales que se oponen al estado?





Probablemente la respuesta a las primeras tres preguntas sea la misma, el principal beneficiario es alguien quien puede intentar realizar un golpe de estado camuflado. Pero una respuesta general a las cuatro preguntas podría ser la siguiente: se beneficiarían los que se disputan el poder estatal, en cierta medida se beneficiarian quienes lo tienen ahora, en cierta medida los que creen poder conseguirlo. No olvidemos que cualquier perfecto criminal puede ser convertido fácilmente en una perfecta victima. Así los marchistas indígenas pasaron rápidamente de secuestradores violentos (perfectos criminales para justificar una intervención) a ingenuas e inocentes victiumas de un estado desalmado.





¿Quieren saber quién es capaz de desear, aunque sea, la muerte d eun bebé indigena para beneficiarse, y quién es capaz de mover sus influencias para tratar de conseguirlo? Yo tambien quiero saberlo. Parte d ela responsabilidad la tiene el actual gobierno, parte de la responsabilidad la comparte sin duda la ultra derecha oriental e internacional opositora. Pero quienes ejecutaron realmente ese intento de fabricar una perfecta victima son personas con capacidad de influencia en la policía, en ministerios del gobienro, en la dirigencia marchista, en los medios de comunicación, y en las almas de los ingenuos, desprevenidos y sensibles espectadores de este show despreciable.





severo moreno.



Cuando la extrema izquierda y la extrema derecha coinciden en una misma demanda, todo el panorama político se verá afectado. Los efectos sociales de la demanda seran muy maleables. Estará en disputa la permanencia dle poder instituido. Unos a otros buscaran manipularse. Cuando la extrema izquierda y la extrema derecha coinciden en una misma demanda hay mucho por que preocuparse.
 

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